domingo, 18 de abril de 2010

Capitulo 16:D

Durante ese día no hice mucho más. Leer crepúsculo, escuchar música, fui a pasear a los perros, y no mucho más. Me fui pronto a dormir. Y como siempre me despertó el móvil. Era Ana.
-Si?
-Hola, mi madre, mi hermano, un amigo suyo y amigas de mi madre vamos hoy a la playa, vienes?
-Ana, te recuerdo que no estoy en casa.
-Ya, pero mi madre dice que la playa a la que vamos esta cerca de donde estas tú.
-A vale. Se lo preguntaré a mi madre. ¿Me da tiempo a ducharme, no?
-Sí, ahora salimos de aquí.
-Vale luego te llamo.
Fui a merendar rápidamente, en la terraza pequeña, ese día si que hacía buen tiempo para ir a tomar el Sol. Me duché, me puse el bikini, unos shorts, una camiseta corta azul, la primera que encontré, y llamé a Ana.
-Sí?
-¿Qué playa es?
-Un momento... El marqués o algo así.
-Un momento- fui a preguntarle a mi madre si estaba cerca.
-Ana, mi madre dice que esta a una hora a pie
-¿Qué dices?¿Enserio?-Dijo sorprendida, yo realmente también estaba sorprendida.
-Mi madre dice que podemos irte a buscar a la gasolinera del pueblo donde estas. Esta cerca de tu casa?
-Un momento-se lo pregunté a mi madre y me explicó por donde ir.
-Ahora vengo, pero no tardéis, que os conozco jajaj
-jajaja! Hasta ahora.
-Espera!-dije gritando.
-¿Qué?
-Llevas los patines, no?
-Sí.
-Vale, adiós.
Cogí la maleta, le puse el libro de crepúsculo, música, el móvil y me fui. No me perdí, eso era raro en mí, con lo torpe que había estado siempre. Llegué a la gasolinera, unos diez minutos a pie, y como me podía imaginar, ellos aun no estaban allí. Ana siempre llegaba tarde por todo. Desde pequeña. Después de unos 5 minutos esperando, que se me hicieron eternos, llegó, subí al coche, y fuimos hacia la playa. Allí caminamos un rato para llegar donde estaban las amigas de la madre de Ana, y cuando llegamos los chicos se metieron en el agua, parecía que estaba fría por sus caras, pero Ana y yo hicimos lo mismo y nos fuimos directas al agua, y como me suponía estaba congelada. Salimos enseguida y nos pusimos a tomar el Sol. Yo me puse a leer, y ella a jugar con el perro, Tom. Paré de leer para comer, y cuando terminamos de comer ella se puso a leer y yo a tomar el Sol con los ojos cerrados e intentar dormir, que no lo conseguí. Luego Ana y yo fuimos a su coche a buscar los patines, nos los pusimos, cogimos a Tom, lo metimos en la maleta con la cabeza por fuera, y nos fuimos a buscar el camino para ir a mi casa, donde estaría lo que quedaba de vacaciones. Seguimos el camino que nos había dicho su madre, y encontramos la casa sin problemas, pero cuando ya eramos allí tocamos el timbre y nadie nos abría, luego me fijé que no ladraba ningún perro, así que decidimos ir a buscarlos, seguro que habían ido a pasear los perros, eso creíamos...

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